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Edificación industrial: criterios básicos

Uno de los aspectos clave de la edificación industrial es cumplir con los plazos fijados. Pero no por eso hay que dejar de lado otros elementos como, por ejemplo, conseguir optimizar las etapas previas al diseño industrial, un punto que es necesario para crear un plan de trabajo que se ajuste a la realidad.

¿Qué aspectos son importantes en el diseño de edificios industriales? El tamaño, la accesibilidad, la seguridad, la estética o incluso el impacto visual tienen también una importancia capital en el diseño. Dependen de manera significativa del uso que se le vaya a dar a dicha construcción. No es lo mismo, por ejemplo, construir una nave en la que se vaya a poner un conjunto de oficinas que si se va a dedicar a la fabricación o a la distribución de un producto.

La tendencia actual marca que los edificios industriales sean más grandes y los usos para los que se han diseñado, como hemos mencionado, varían según su finalidad. En todos ellos hay que tener en cuenta algunos criterios, por ejemplo el tema de la seguridad ante incendios, que juega un papel muy importante. Para prevenir que el fuego se propague en este tipo de recintos se levantan muros cortafuegos de compartimentación que permiten una resistencia al fuego de entre 60 y 90 minutos.

Los requisitos de seguridad son más rigurosos cuando en la nave industrial existe un gran número de personas trabajando, o si hay almacenadas mercancías peligrosas.

En lo que respecta al aislamiento térmico y acústico, es importante que, cuando hablamos de oficinas, tratar de que haya un alto nivel de confort. Con este objetivo, tendremos que separar de manera adecuada los compartimentos fríos y bien climatizados, así como también la zona de producción de los despachos, con el fin de dotar de un aislamiento eficaz a cada estancia.

Otros elementos que debemos tener en consideración son los que tienen que ver con la extracción de olores, estanqueidad y control de humedad. Usar ventilación natural permite ahorrar en aire acondicionado y calefacción, lo que implica reducir en lo que respecta a emisiones de dióxido de carbono. No obstante, el sistema de ventilación natural debe ser eficiente, lo que depende tanto del tamaño también de la orientación del edificio.

El mismo efecto tendrá el tratamiento del alumbrado. Las aberturas que den lugar a la iluminación natural repercutirán de forma positiva en la reducción de emisiones de CO2, si bien durante el verano pueden resultar excesivas y provocar un sobrecalentamiento.

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